Cada año se producen accidentes en los que intervienen vehículos utilizados en el lugar de trabajo, algunos de ellos con víctimas mortales.

Las víctimas son embestidas, atropelladas o aplastadas contra partes fijas por vehículos (camiones pesados, carretillas elevadoras o tractores), instalaciones o remolques. También pueden caer de vehículos, al subir o al bajar, o caer mientras trabajan en altura o cargan y descargan mercancía. Los vehículos inadecuados también pueden resultar perjudiciales para el medio ambiente de trabajo por las emisiones de escape que generan.

Qué debería hacer el empleador

Pensar en si existe una manera más fácil y segura de realizar la tarea. La evaluación de los riesgos debería tomar en consideración todas las actividades de transporte en el recinto de trabajo, incluidas las de carga y descarga.

Resultará de ayuda si el empleador:

• observa cuidadosamente todos los vehículos y a las personas que circulan por el lugar de trabajo;
• marca los movimientos de los vehículos y de los peatones en un plano para poder analizar cómo interactúan unos y otros;
• identifica las mejoras que pueden reducir el contacto entre peatones y vehículos;
• recuerda que también debe incluir las tareas menos frecuentes, por ejemplo, los cambios en los contenedores de residuos;
• se asegura de que se utilizan los vehículos adecuados en la zona de trabajo (deben evitarse los vehículos diésel dentro del recinto), y
• e asegura de que los conductores de reparto también se tienen en cuenta, ya que son especialmente vulnerables

• la seguridad de las instalaciones

  • organizar el lugar de trabajo para que los peatones estén protegidos de los vehículos;
  • prever un sistema de circulación en sentido único, en la medida de lo posible;
  • prever vías separadas para la circulación de peatones y de vehículos, en la medida de lo posible;
  • evitar las maniobras marcha atrás, en la medida de lo posible;
  • prever puntos de cruce donde coincidan peatones y vehículos;
  • colocar señales para indicar las vías para vehículos, los límites de velocidad, los pasos de peatones, etc.;
  • asegurar que la iluminación es la adecuada cuando haya vehículos y personas circulando.
  • asegurar que las superficies de las vías son firmes y regulares;
  • asegurar que existen zonas seguras para carga y descarga, e
  • intentar prever aparcamientos separados para los visitantes, ya que pueden no estar familiarizados con las instalaciones.