El 21 de octubre del 2007 ocurrió un grave accidente en una plataforma marina en el Golfo de México.
De este evento con pérdidas humanas (21 oficialmente), varios lesionados y pérdidas materiales cuantiosas se aprendió en lo general, derivado del análisis, varios aspectos operativos para la prevención y el control de eventos de este tipo. En lo particular te voy a decir que aprendí: la importancia de la compatibilidad entre el puesto y la persona.
Tuve oportunidad de acceder a las entrevistas grabadas de las personas que naufragaron y lograron llegar a la orilla, ellos describieron en primera persona lo sucedido y el desenvolvimiento de varios personajes durante este evento.
En mi mente quedó el reconocimiento que muchos hacían a una persona en particular (omitiré su nombre por privacidad) pero fungía como jefe inmediato de la mayoría de ese grupo y él, después de haber abandonado la instalación por el alto riesgo de intoxicación derivado de la fuga de gas, de incendio por la atmósfera explosiva generada, de naufragio por la fractura de los botes automotores (mandarinas), el nado en mar con oleaje de 10m por 20h, después de todo lo anterior, él no dejó de mantener unido al pequeño grupo del cual estaba a cargo, los entrevistados dicen que les animaba mencionándoles que debían seguir esforzándose para llegar a la orilla donde les esperaban sus familias y que pronto estarían con ellas. Sin duda alguna, esto me hizo reflexionar en que tan adecuado estaba siendo su comportamiento como líder, cómo aún en momentos tan difíciles esa capacidad de su carácter no vaciló.
La compatibilidad puesto-persona no sólo es un término en donde quizás Recursos Humanos hace énfasis en esos tardados exámenes psicométricos, sino desde el punto de vista de seguridad industrial, ¿te imaginas colocar como brigadista contraincendio a una persona incapaz de mantener el control en situaciones de riesgos? ¿o colocar en actividades con demanda energética alta a personas físicamente no aptas? Estaríamos implícitamente siendo cómplices de la generación de acciones inseguras que terminarían en agravar una situación de riesgo o generar lesiones.
Hace ya diez años fungí como supervisora en una obra de adecuación de un ducto que atravesaba de la zona sur al centro del país, manejaba muchas horas al día para poder atender los diferentes frentes de trabajo y aunque siempre he ocupado lentes para tener una mejor visión, hoy mi vista no me permite manejar a ese ritmo, hoy no sería ya compatible con las funciones que en su momento desempeñé y reconozco sería una acción peligrosa de mi parte.
Es por lo anterior que la compatibilidad puesto-persona es un concepto que debemos ocupar en nuestro día a día. Si bien es cierto que en nuestro papel de SST no forma parte como uno de los ejes de nuestras funciones si lo es la prevención. Si contribuimos en una temprana detección podemos fomentar quizás en ellos el mejoramiento en sus desempeños, alcanzado así la compatibilidad buscada y por consecuencia evitar la generación de actos inseguros.
Y, por cierto, pregúntate, ¿eres compatible con tu puesto?